“Yo no quería meterme en lo digital. Creía que las ventas se hacían cara a cara en el local.”
Así nos recibió el fundador de Jamachi, una empresa textil tradicional con años de trayectoria en indumentaria femenina. Confiaban en la fuerza del mostrador, pero tenían un límite: todo era manual. Pedidos anotados, stock desordenado, sin métricas ni reportes.
El desafío no era solo técnico: también era mental. Pasar de lo presencial a lo digital. Y lo lograron.
Cuando la costura era manual… y el negocio también
Antes de comenzar, Jamachi enfrentaba estos bloqueos:
- El equipo no estaba familiarizado con lo digital.
- Todos los pedidos se tomaban manualmente.
- No había métricas para decidir inversiones.
- La mentalidad estaba centrada en “si no se vende en el local, no se vende”.
En palabras del fundador:
“Sentíamos que vender era atender clientes en el mostrador, no en una pantalla.”
De la vidriera física a la digital
Desarrollamos una página web con carrito mayorista y automatizamos el circuito de pedidos y contacto con clientes.
Lo que antes era tomar pedidos uno por uno, ahora lo hace la plataforma sola, 24/7 con inteligencia artificial en puerta para su negocio.
Creamos campañas en Meta Ads y Google Ads enfocadas en mayoristas y potenciamos la marca con contenido estratégico.
El salto fue inmediato: pasaron de 50 mensajes a más de 200 interesados en sus productos diariamente.
“Antes tomaba pedidos uno por uno. Hoy lo hace la web.”
El tablero de control: de la intuición a la claridad
En Jamachi, las decisiones se tomaban como en la mesa de corte: a ojo, confiando en la experiencia pero sin saber con certeza qué pieza rendía más. Cada pedido entraba por WhatsApp, cada venta se registraba en un cuaderno, y cada inversión era un salto de fe sin números que la respalden.
Con la implementación de reportes semanales automatizados, la dinámica cambió.
El equipo empezó a ver con precisión qué canal generaba más ventas, qué producto atraía más consultas y dónde convenía invertir el presupuesto.
De la improvisación pasaron a tener un tablero que funcionaba como la ficha técnica de la producción, marcando con claridad qué funciona y qué no.
Y estos son los cambios que más nos gustan. No fue solo técnico, fue cultural.
El fundador, que veía lo digital como un terreno ajeno, entendió que con datos podía conducir el negocio con la misma seguridad con la que revisa la calidad de una prenda.
“Mateo y Lucas estuvieron siempre. Te dicen los objetivos claros y te acompañan hasta llegar.”
Resultados que se ven en números
Los números dejaron de ser un misterio y se transformaron en el nuevo aliado del negocio:
- +70% en ventas.
- De 50 a más de 200 mensajes diarios.
- Procesos de venta y contacto totalmente automatizados.
- El fundador pasó de rechazar lo digital a convertirlo en el corazón de la empresa.
- Reportes semanales en tiempo real que guían cada decisión.
- Pasó de vender solo en el local físico a escalar online.
- De no medir nada a tener métricas claras que orientan cada inversión.
De depender de tareas manuales a liberar tiempo operativo para crecer.
“Hoy para mí el marketing es el corazón de la empresa. Antes ni lo entendía.”
El futuro se confecciona con estrategia
La transformación digital también abrió la puerta a decisiones de negocio más grandes.
Jamachi viajó a China para importar telas directamente, lo que le está permitiendo fabricar en Argentina con mucho mejor calidad y precios más competitivos que acompañan la estrategia de crecimiento online.
El negocio ya no depende de la intuición ni de las ventas en mostrador: se sostiene sobre un sistema vivo y una mentalidad abierta al cambio.
“Las empresas que crecen son las que se adaptan a lo nuevo. Nosotros lo vivimos.”
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