“La marca estaba en una meseta. Teníamos que diferenciarnos del resto. Ser Beta, no solo Chevrolet.”
Así lo recuerda el equipo de Beta Automotores, uno de los concesionarios más grandes de Buenos Aires.
Durante años, el negocio se sostuvo sobre una estructura sólida, con un gran volumen de ventas de 0km, planes de ahorro y servicios postventa. Pero el mercado había cambiado: la competencia se digitalizaba y los hábitos de compra se transformaban.
El motor comercial seguía funcionando, pero faltaba un nuevo tipo de combustible: los datos.
Desde Fly Growth, acompañamos ese proceso de transformación.
El objetivo no era solo vender más, sino reconstruir el tablero de control del negocio, conectar cada pieza del ecosistema comercial y preparar a Beta para una nueva etapa: la expansión con Growth Marketing e inteligencia artificial aplicada en el crecimiento de su negocio.
Cuando el tablero marcaba en neutro
Antes de comenzar, el equipo de Beta enfrentaba un escenario claro pero complejo:
- No podían medir con precisión el rendimiento real de sus campañas digitales.
- No sabían de qué canal venían los leads ni cuáles generaban ventas efectivas.
- No contaban con reportes integrados para tomar decisiones estratégicas.
- El proceso de prospección no estaba digitalizado ni optimizado.
En otras palabras: el motor tenía potencia, pero le faltaba dirección.
Los esfuerzos comerciales estaban, pero sin un sistema que conectara marketing, ventas y datos.
Encender el tablero: de la intuición al control total
El primer paso fue integrar todo el ecosistema comercial:
Vinculamos campañas de Meta Ads y Google Ads con el CRM madre, automatizamos la captura y segmentación de leads y desarrollamos un dashboard con métricas en tiempo real.
Por primera vez, el equipo podía ver el panorama completo: cuánto se invierte, qué canal rinde mejor, qué retorno genera cada acción y cómo optimizarlo. De pronto, el tablero se encendió.
«Hoy tenemos todo recontra aceitado. Cada medición está identificada y podemos decidir dónde invertir más o donde invwertir menos.”
Optimizar la tracción: prospección más precisa
Con el sistema de datos en marcha, pasamos al siguiente nivel: mejorar la velocidad del proceso comercial. Optimizamos la entrega de leads al equipo de ventas, incorporamos trazabilidad por canal y establecimos un flujo de seguimiento automatizado.
Ahora, cada lead se recibe, se mide y se sigue hasta convertirse en cliente.
La coordinación entre marketing y ventas dejó de ser manual para funcionar como una transmisión sincronizada.
Cambiar de marcha: una nueva imagen para una nueva etapa
Uno de los desafíos más importantes era romper el molde del concesionario tradicional.
Creamos una nueva narrativa para la marca: Beta Automotores como identidad propia, más allá de Chevrolet.
Aparecieron nuevos canales, LinkedIn y TikTok, y un tono fresco que mostraba al equipo, los procesos y la innovación detrás de cada venta.
Dejó de ser una concesionaria más, para transformarse en una marca con voz, presencia y visión.
La nueva generación: agentes con inteligencia artificial
Con el ecosistema digital consolidado, llegó el paso más innovador: la implementación de agentes de IA en WhatsApp.
Estos agentes califican leads, responden consultas y agendan citas de forma automática, liberando tiempo del equipo comercial y asegurando atención inmediata.
El resultado: más velocidad, más eficiencia y una experiencia uniforme para cada cliente.
Beta se convirtió así en uno de los primeros concesionarios del país en incorporar IA en su flujo de prospección.
Resultados que aceleran el crecimiento
- Visualización total de métricas, inversiones y retorno en tiempo real.
- Reportes automáticos para cada área del negocio.
- Captura de leads 100% conectada con el CRM.
- Proceso comercial ordenado y trazable de principio a fin.
- Preparación avanzada para IA en prospección y atención al cliente.
“Gracias a las integraciones, hoy podemos detectar de dónde viene cada venta. Eso cambia todo.”
De la meseta al movimiento constante
El cambio no fue solo tecnológico, sino mental.
El equipo de marketing de Beta pasó de operar en modo reactivo a funcionar como un centro estratégico de decisiones. Silvana y su equipo ya no trabajan a ciegas: leen los datos, ajustan presupuestos y priorizan acciones con impacto real.
“Para mí, Fly no es una agencia. Son mis socios estratégicos. El trabajo diario con ellos hace todo más fácil y las decisiones que tomamos son más inteligentes.”
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